Fluido supercrítico
Se ha demostrado que el CO2 en estado supercrítico, es decir, en condiciones de presión y temperatura superiores a su punto crítico, se convierte en un potente disolvente, generando productos carentes de tóxicos.
A nivel industrial, los fluidos supercríticos se utilizan en el sector agroalimentario, químico, farmacéutico y en cosmética, principalmente para la extracción de principios activos.
Por ejemplo, la obtención de biomoléculas a partir de materias primas de origen vegetal. También, se pueden extraer vitaminas, aditivos o aromas naturales para la elaboración de productos alimentarios.
Es una técnica inocua, que requiere temperatura suaves, por lo que protege a los productos y a sus componentes activos de la degradación.
La obtención totalmente limpia de productos de origen natural está permitiendo adaptar productos a nuevos hábitos de consumo más saludables y a su vez, hacer posible que los procesos de fabricación no sean contaminantes.
Por todo lo anterior, esta técnica está experimentando un notable desarrollo.
¿Conocías las aplicaciones y las ventajas de esta técnica?